En la actualidad, los suplementos alimenticios están en todas partes: cápsulas, polvos y extractos que prometen mejorar la salud, fortalecer el sistema inmune o aumentar la energía. Sin embargo, ¿realmente son inofensivos? ¿Podrían afectar la salud de tu hígado sin que lo sepas?
Investigaciones recientes han demostrado que algunos suplementos herbales y dietéticos pueden estar relacionados con daño hepático. Un estudio publicado en JAMA Network Open reveló que el uso de ciertos productos botánicos con potencial hepatotóxico ha aumentado significativamente en los últimos años, con más de 15.6 millones de adultos en EE. UU. consumiéndolos regularmente.
Aunque se promocionan como naturales y seguros, su consumo sin supervisión puede representar un riesgo para la salud del hígado, comparable al de medicamentos como los antiinflamatorios o medicamentos para el control del colesterol. Otro aspecto que no podemos ignorar es que en ocasiones las formulaciones contienen ingredientes no declarados o concentraciones por arriba de los límites considerados como seguros.
Otro estudio basado en datos de la Red Unida para el Intercambio de Órganos (UNOS) encontró un alarmante incremento de 8 veces en casos de insuficiencia hepática asociados con suplementos dietéticos entre 1995 y 2020. Esto significa que más personas están necesitando un trasplante de hígado debido a daño causado por estos productos.
El mercado de los suplementos alimenticios está en auge, pero su consumo debe ser informado y responsable. Aunque ciertos productos pueden aportar beneficios, también pueden representar un riesgo silencioso para la salud del hígado. La clave está en la moderación, la supervisión médica y la elección de productos de calidad.