Un nuevo estudio muestra que el uso prolongado de medicamentos para el reflujo podría aumentar el riesgo de enfermedad renal.
Estamos hablando de dos medicamentos, los inhibidores de la bomba de protones (omeprazol) y los antagonistas del receptor 2 de histamina.
Medicamentos que están al alcance de todos porque son de libre venta, lo que implica que cualquier persona puede automedicarse al sentir que tiene alguna enfermedad como el reflujo.
Estos medicamentos han demostrado que son muy eficaces en el tratamiento de:
Siempre hay un, pero, y esta vez no es la excepción, el estudio realizado con 465,891 veteranos estadounidenses muestra que estos medicamentos se asocian de forma independiente con la formación de cálculos renales. El estudio se ve reforzado por una gran muestra de pacientes de población general y un análisis muy detallado; por tanto, sus hallazgos son indudablemente importantes.
Como cualquier estudio puede tener limitaciones por el tipo de estudios diagnósticos, raza de las personas, comorbilidades, etc. Pero el resultado es muy claro, estos medicamentos pueden ocasionar trastornos renales como la lesión renal aguda o la hipomagnesemia.
Las enfermedades renales no solo deterioran la calidad de vida de los pacientes, los altos costos de los tratamientos complican más la supervivencia de las personas.
Parece muy sencillo ir a la farmacia y comprar estos medicamentos ante la menor presencia de agruras, pero la realidad es que tomarlos sin la adecuada supervisión médica puede generarnos enfermedades que comprometen nuestra calidad de vida.