Una de las preguntas que siempre ha estado sobre la mesa, es si el hígado graso podría empeorar otras enfermedades hepáticas y cuál sería su impacto en la salud de los pacientes.
Un estudio apenas publicado busca encontrar una asociación muy particular, conocer si los pacientes que tuvieron hepatitis viral y tienen hígado graso son más propensos a desarrollar cáncer de hígado.
Durante los 8.4 años de seguimiento se observó lo siguiente:
La presencia de hígado graso en pacientes con hepatitis B o C, es un detonante del detonante de cáncer de hígado. Esta situación nos obliga como profesionales de la salud a tomar un abordaje de la enfermedad integral donde el diagnostico de hígado graso sea una prueba de rutina.
También tenemos que trabajar de la mano con los pacientes para mejorar sus hábitos de alimentación y ejercicio para procurar que su calidad de vida sea optima y evitar complicaciones mortales como lo es cáncer de hígado.